El colapso del Silicon Valley Bank.
El Silicon Valley Bank (SVB) colapsó en un breve tiempo por falta de liquidez para afrontar la salida de sus depositantes.
En paralelo, el valor bursátil de SVB caía sin freno y los inversores daban pie atrás en la compra de nuevo capital accionario para intentar detener el desplome. El SVB, banco estrella de las startup tecnológicas, se había beneficiado, en los años de pandemia, por una avalancha de depósitos elevando al extremo su liquidez y llevándolos a una compra masiva de instrumentos financieros de deuda con tasas extremadamente bajas. En algunos momentos llegaron a los 120.000 millones de dólares (75% en bonos hipotecarios con tasa fija en torno al 1,6 % anual). Pero el tiempo trajo la inflación y el Regulador comenzó una rápida arremetida de alza de tasas, gatillando una caída en el valor de los instrumentos de deuda. Las Startup dejaron de recibir en abundancia recursos de sus inversionistas y fueron por sus depósitos, obligando al SVB a liquidar posiciones y hacer la pérdida en la venta de sus activos financieros de deuda por aprox. 1.800 millones de dólares. Con ello se aceleró la pérdida de confianza y fue cosa de horas para que la Corp. Federal de Seguros de Depósitos declarase la insolvencia y tomara el control.
Una réplica de este terremoto vino con el desplome del Credit Suisse Bank que, en una operación relámpago apoyada por el Regulador, fue adquirido por UBS Group en 3.250 millones de dólares (60% menos del valor en bolsa) y que, de paso, se “come” la inversión de sus accionistas y lleva a una pérdida de 16.000 millones a los tenedores de bonos AT1.
En nuestro país, desde hace ya bastante años, se ha trabajado por mejorar la solvencia y liquidez de las empresas bancarias, adhiriendo a las normas de Basilea III. Para graficar, en el cuadro adjunto se presentan cifras e indicadores que dan cuenta de ello para 4 grandes bancos de la industria (representan aprox el 70% del mercado bancario). En promedio el 19% de los Activos Totales están en Instrumentos Financieros de Deuda y todos los indicadores de solvencia, según Basilea III, están por sobre la exigencia , con clasificación “A” de Solvencia. También, el importante indicador LCR que tiene una exigencia de 100% es superado en varias veces en las cuatro instituciones.
Finalmente, para los gestores de empresas que leen esto, un consejo, deben mantener sus capacidades y energías focalizadas en el Core de su negocio, manteniendo su medición y seguimiento, aplicando innovación y mejoras,
buscando los apoyos profesionales (externos o internos) que se hagan cargo del resto y les apoyen a mantener ese foco y no desviarse.
El Core de un banco es la gestión de riesgos: de crédito, de mercado y operacionales. Si el CEO del SVB se hubiese mantenido focalizado en su Core y hubiese impulsado los incentivos correctos para cuidar del mismo, esto probablemente no habría sucedido. La concentración en Startup y la gestión errada de la estructura de Activos y Pasivos atentaron con mantener los riegos mencionados bajo control.
